Cannabis
Propiedades
El THC se consume habitualmente fumado
por lo que sus efectos se experimentan rápidamente. Entre sus efectos
principales destacan sentimientos de relajación, risa incontrolable, aumento de
la apreciación de la música y de los sentidos, reducción de las náuseas y del
dolor, disminución de la percepción de fatiga muscular y aumento de la
creatividad.
Efectos principales: relajación, risa
incontrolable, hipersensibilidad, reducción de las náuseas y el dolor, aumento
de la creatividad, y dificultades para pensar y seguir conversaciones.
También aparece aumento del apetito,
enlentecimiento general, ojos rojos, sequedad de boca y dificultades para
pensar claramente y para seguir conversaciones.
Presentación
El cannabis suele presentarse,
habitualmente, de dos maneras:
o Como
hachís: Preparado con la resina de la planta.
o Como
marihuana: Cogollos o floraciones de la planta.
Posología
Cuando se consume por primera vez, se
recomienda consumir poco (2-3 caladas poco intensas) y decidir sobre el efecto
producido.
La dosis depende de varios factores:
o De
cada persona
o Del
nivel de tolerancia que haya desarrollado a la sustancia (esto es, lo que uno
se haya “acostumbrado” al cannabis).
o De
su estado físico.
o De
la propia sustancia.
Contraindicaciones
En algunos casos, el consumo de cannabis
debe evitarse:
o Si
se ha de conducir y/o manejar maquinaria peligrosa. El cannabis reduce
nuestra habilidad para conducir y, mucho más, si se mezcla con alcohol.
o En
niños, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.
o Si
se padecen enfermedades del corazón y/o pulmonares, diabetes, asma,
hipertensión (tensión arterial alta) o epilepsia.
o Si
se padece algún tipo de trastorno psicológico o se está pasando por
una mala racha. En personas predispuestas, el cannabis puede precipitar/agravar
un trastorno psicótico subyacente.
o También
debe evitarse su consumo si se está tomando cualquier tipo de medicación.
Precauciones
Debes tener en cuenta los siguientes
aspectos relacionados a su consumo:
o El
consumo continuado de cannabis lleva a un aumento de la tolerancia al
THC. Por tanto, cada vez se necesitará más dosis para conseguir los efectos que
antes se conseguían con menor cantidad. Al aumentar la dosis, por tanto, aumentan
también los riesgos.
o Aunque
no se ha descrito un síndrome físico de abstinencia al dejar de consumir
cannabis, puede producirse en consumidores habituales una habituación
psicológica a la sustancia que puede hacer que, para estas personas, sea
difícil dejar de consumir. Una buena forma de evitar esto es reservar el
consumo para las ocasiones especiales y tratar de evitar, en la medida de lo
posible, un consumo frecuente.
o Se
han descrito complicaciones respiratorias (irritación bronquial y
pulmonar) tras un consumo continuado de cannabis.
o La
posesión o el consumo en lugares públicos están sancionados por la ley.
El consumo continuado de cannabis lleva
a un aumento de la tolerancia al THC. Al aumentar la dosis también se aumentan
los riesgos.
Efectos secundarios
El consumo de cannabis puede producir
pánico, paranoia, sequedad de boca, problemas respiratorios, nerviosismo y
aumento de la tasa cardiaca. También puede producir reducción en la capacidad
de concentración, cansancio y confusión. Es importante tener en cuenta estos
efectos sobre todo si tenemos que realizar tareas que requieran de nuestra
atención y concentración (por ejemplo, si tienes que estudiar o trabajar).
Interacciones
Debido a las interacciones que se
producen, hay que tener cuidado al combinarlo con las siguientes
sustancias:
o Con
alcohol puede aumentar la probabilidad de sufrir lipotimias y vómitos.
o Con estimulantes puede
tener ciertos efectos en el metabolismo y la tensión sanguínea.
o Con
los alucinógenos, puede potenciar los efectos, por tanto, su combinación
podría conducir a una experiencia demasiado intensa que podría resultar
desagradable.
Intoxicación
Aunque la intoxicación por cannabis no
es frecuente, si pueden aparecer determinados problemas fundamentalmente de
orden psicológico, principalmente ataques de pánico. Ante esta situación se
recomienda llevar a la persona a un lugar tranquilo, no dejarla sola en ningún
momento y, mediante frases tranquilizadoras, lograr que poco a poco vaya
recuperando la normalidad. Suele ser útil recordarle que pronto pasarán todos
los síntomas y que no debe preocuparse por ellos. Un consumo elevado de
cannabis, consumirlo con el estómago vacío, durante las primeras veces que se
consume o mezclarlo con alcohol también pueden provocar bajadas de
tensión, mareos y vómitos. En ese momento, puede ser necesario tumbar a la
persona, con las piernas levantadas y la cabeza inclinada hacia un lado por si
sobreviene el vómito. Una vez que la persona se ha recuperado, puede ser útil
tomar algo de azúcar. Cuando se consume cannabis por vía oral (preparados
cocinados de marihuana o hachís, aceite o preparados farmacéuticos) aumenta la
duración total de los efectos y los riesgos de sobredosificación e intoxicación,
por lo que se recomienda adaptar la dosis según la forma de presentación y la
vía de consumo. El riesgo de intoxicación varía en función de la persona.
Con esta vía de administración también aparecen con más frecuencia los efectos
alucinógenos de la sustancia y si se produce una intoxicación, los efectos
adversos pueden durar más y ser más potentes (mareos, ansiedad y taquicardias,
lipotimias). En algunos casos pueden aparecer episodios psicóticos
agudos.
Fuente: http://energycontrol.org/
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